¡Al carajo con eso! (AMLO dixit)
Recordando a Oscar Yanes.
Durante un par de años, fui socio de un pequeño restaurante mexicano en Caracas y en ese tiempo tuve la oportunidad de conocer algunas personalidades aficionadas a la comida mexicana, entre ellos estaban dos grandes de la política venezolana, Don Oscar Yanes, periodista, escritor y varias veces diputado y Don Pompeyo Márquez, connotado político militante del Partido Comunista de Venezuela. Ambos se conocieron en la escuela primaria y mantuvieron una larga amistad.
De cuando en cuando coincidían en el restaurante y en más de una ocasión tuve la oportunidad de charlar con ambos y era una delicia escuchar, sobre todo de Don Oscar, las múltiples anécdotas tanto de hechos relacionados con su vida como periodista como de las costumbres caraqueñas de diversas épocas.
Una de estas anécdotas (y espero que la memoria me sea fiel) estaba relacionada con un desafortunado accidente de aviación ocurrido en noviembre de 1956 en el que un vuelo de Aeropostal proveniente de Nueva York se estrelló en la ladera sur del Cerro del Ávila, es decir del lado de la ciudad de Caracas.
Contaba Don Oscar, el cual trabajaba en esa época en el diario La Esfera, que se enteró del accidente y llegó agitado a la redacción del periódico, preguntando quién y cómo se iba a cubrir la noticia del siniestro, entonces fue llamado a la Dirección y le informaron que no se iba a cubrir la noticia, cuando preguntó ¿por qué? la respuesta fue elocuente... "Al general no se le caen los aviones"
Evidentemente hablaban del general Marcos Pérez Jiménez, en ese entonces dictador venezolano. El no acatar la "sugerencia" podía implicar para quien lo contraviniera la cárcel o el exilio y desde luego el periódico también se exponía a represalias fiscales o de otra índole.
¿Por qué la frase de AMLO me recordó la anécdota de Oscar Yanes?
Es evidente que al presidente López Obrador le incomodan las malas nuevas, no importa de dónde vengan, las ve como un peligro para su llamada "cuarta transformación" y prefiere no solo mantener su distancia sino soltar exabruptos como el que da título a esta entrada. En otras palabras a AMLO ni se le inunda Tabasco, ni se le incendia el Centro de Control del Metro y mucho menos se le caen los pasos elevados del mismo sistema de transporte.
La diferencia (por ahora) es que no se encarcela ni destierra periodistas, pero sí se les sataniza en las mañaneras y se les "lincha" en los medios afines al gobierno y de forma particularmente viciosa se les ataca en las redes sociales manejadas por los fanáticos "4Teístas" esperemos que jamás llegue el momento en que una noticia no pueda ser publicada porque "...A AMLO no se le caen los vagones del metro"
¡Así son las cosas! dijera el recordado Oscar Yanes.
Imagen: Cortesía de pngtree.com
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¡Por ahora! La ominosa frase de tan ingrata recordación para tantos venezolanos... Ojalá, tanto México como Venezuela tomaran otros rumbos. Lástima que un cambio para bien se vea tan difícil desde donde uno se encuentra.
ResponderEliminarUn abrazo, Sr. Víctor.