Que la Fuerza los Acompañe...
No recuerdo exactamente en cuál de las películas de
"Starwars" se produce un diálogo entre dos personajes en el cual uno
dice al otro algo mas o menos así:
"El lado oscuro de la fuerza se manifiesta cuando alguien es presa
del odio, el miedo, la ira y la agresividad"
El momento presente en Venezuela, duele, y duele porque el
"lado oscuro de la fuerza" pareciera haber sido el motor que catapultó
al actual régimen al lugar en que se encuentra.
Al pensar en sus componentes de manera progresiva, pareciera existir
cierta relación de causa y efecto.
En la base está el miedo (y posiblemente el odio), se dice
que sin miedo no hay agresión y en el caso del régimen, haber intentado llegar al poder político, a
través de un golpe de estado sugiere que los temores se convirtieron en ira
contra del sistema político prevaleciente en la época, contra todo lo que a juicio de los iracundos
"justicieros golpistas" involucraba; el capitalismo, la burguesía, la
injerencia de las potencias occidentales, etc.
Esa ira se convirtió en
la violencia de un fallido golpe de estado y terminó con el retador
"por ahora". Años después ya
convertido en gobierno "democráticamente electo" el grupo conspirador
perfeccionó el uso del "Lado Oscuro" mediante un discurso cargado de
odio hacia la contraparte y un alud de amenazas, acciones intimidatorias y
permisividad hacia sujetos violentos (políticos, malandros o “colectivos”) que
terminaron por crear el estado de miedo que hoy caracteriza a un pueblo otrora alegre y
despreocupado.
Ese miedo se ve acompañado de ira generada por el discurso gubernamental
incoherente, el panfletismo mental y sobre todas las cosas, tanto por una
incapacidad monumental en la solución de los problemas públicos como por una
voracidad desmedida en el ánimo de lucro personal mediante el peculado, el uso
de influencias, el clientelismo, la corrupción y la compra de voluntades
internas y externas.
De esta forma se crearon las condiciones, paradójicas por
demás, de tener un país con un aparato productivo semi destruído, un sistema de
salud en coma y una economía depauperada al mismo tiempo que se tienen grandes
reservas de hidrocarburos y precios establemente altos del petróleo.
La ira ahora proveniente del desconocimiento y la constante
injuria en el plano político, producto de la escasez, de la burocracia, de la disminución
de libertades, de la inflación y de la burla constante en el plano económico,
ira ya no solo de los "burgueses" de clase media, sino de muchos otros en estratos
menos favorecidos, se ha manifestado de
muchas (y equivocadas) maneras a lo largo de los años, algunas de las peores
han sido: La estúpida ira disfrazada de
"dignidad" cuando los políticos oposicionistas decidieron "no
convalidar el fraude" en unas elecciones legislativas y dejaron el terreno
abierto para que el oponente tuviera el 100% de los escaños de la Asamblea
Nacional o la ira ciega de la turba coreando "A Miraflores" el 11 de
abril cuando la concentración no había sido convocada para llegar al palacio de
gobierno, de ambos ejemplos podemos decir que son manifestaciones de ira en lo
político.
Pero la ira del 2014 arranca en lo social, el no poder
comprar cuando y donde se quiera leche para la familia, tener que soportar las
burlas de los amigos en el exterior por el papel toillete, acostumbrarse a la
frase más repetida en el comercio venezolano "esto es lo que hay", ver el salario
devorado por la inflación, escuchar las interminables historias de horror de
muertes, robos, secuestros y maltratos proviniendo de personas cada vez más
cercanas, ver enfermos condenados a muerte por falta de medicamentos, ver el futuro de los hijos reducido a nada y contemplar
la apatía en sus rostros mientras escuchan las historias de "los buenos
viejos tiempos" disfrutados por sus mayores y que ellos parece nunca
conocerán, esas son las fuentes de la ira actual en la sociedad venezolana.
Recordemos que establecimos cierta relación de causa y
efecto: miedo produce ira, ira produce violencia, esperemos que esa juventud
que se manifestó pacíficamente el 12 de Febrero contra la inseguridad dentro de
sus propias casas de estudios no se haga eco de la ira rancia de políticos
revanchistas ni de la ira vociferante de los "boligarcas", y por
sobre todo que no nazca en sus corazones la ira que lleva a vengar a los compañeros caídos.
Quiera Dios, que tengan la capacidad de no dejarse atraer
por el “lado oscuro de la fuerza” y que agreguen a sus consignas "Por mi
futuro y por Venezuela, sin miedo, sin ira y sin violencia" y agregaría yo… sin prisa, pero sin pausa.
¡Que la Fuerza los Acompañe!
Cómo lo comparto? Es bastante esclarecedor e ilustrativo sobre lo que ha venido pasando. Muy útil para explicar fuera de Venezuela qué pasa y por qué.
ResponderEliminarEs una descriipcion muy precisa a lo que estamos viviendo la triste realidad del dia dia, En efecto esperemos que la ira no nos ciegue y que todos estos esfuerzos se pierdan por una violencia descontrolada. comparto tu lema sin prisa pero sin pausa, con pensamientos claros.
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